lunes, 10 de diciembre de 2012

Natty Petrosino ganó Premio Jaime Brunet pro Derechos Humanos

Natty Petrosino ganó el Premio Jaime Brunet pro Derechos Humanos otorgado por la Universidad Pública de Navarra, España, hoy 10 de diciembre de 2012, día de La Declaración Universal de los Derechos Humanos.


Natty Petrosino, Premio internacional Brunet 2012

Natty PetrosinoNatty Petrosino (Bahía Blanca, Argentina, 1938) realiza desde hace 45 años una importante labor humanitaria a favor de los más desprotegidos sin ningún apoyo institucional. Calificada como “la Madre Teresa argentina”, fundó una red de ayuda a pobres y enfermos, aunque ahora vive en una casa rodante con la que viaja por toda Argentina asistiendo a comunidades de indígenas y personas desfavorecidas. Su proyecto no se limita al país austral, ya que ha extendido su labor también a Nicaragua y Rusia.
Natty Petrosino era, en la década de los años 60, una bella modelo y actriz de cine de clase acomodada, pero, según relata, una grave enfermedad le hizo “descubrir a Dios” y cambiar para siempre. Petrosino, que no pertenece a ninguna congregación religiosa o institución, abandonó una vida confortable de esposa y madre de familia con dos hijos para dedicarse íntegramente a los más desvalidos.
Desde su ciudad natal de Bahía Blanca, a 660 kilómetros al sur de Buenos Aires, fundó una red de hogares para ayudar a pobres, enfermos y discapacitados en toda Argentina. En concreto, en 1978 puso en marcha el Hogar Peregrino San Francisco de Asís, para dar cobijo a todas aquellas personas carentes de recursos, labor que amplió en 1980 al abrir una casa de acogida (cotolengo) para varones con discapacidad. Tras el colapso económico de 2001 en Argentina, el Hogar Peregrino San Francisco de Asís se convirtió en un centro de distribución de alimentos, las llamadas “ollas populares”.
Natty Petrosino ha ayudado en distintas catástrofes naturales, como las inundaciones de la provincia de Corrientes (Argentina) en 1998 o el paso del huracán “Mitch” en Nicaragua de ese mismo año. Entre 1993 y 1994, viajó a Rusia invitada por la embajada argentina en ese país, lo que le permitió desarrollar su tarea en Moscú, Chernóbil (Ucrania) y Kazajistán.
Posteriormente, decidió dedicarse exclusivamente a los pueblos indígenas de Argentina, como los mapuches, los huarpes y los wichis. Así, para las comunidades de aborígenes wichis de las provincias de Formosa y Chaco (norte del país), construyó dos escuelas, tres salas de primeros auxilios y más de medio centenar de casas sin subsidios oficiales. En la actualidad, vive en una furgoneta, en la que viaja por Argentina asistiendo a comunidades indígenas olvidadas, llevando alimentos y asistencia médica a los más pobres y construyendo escuelas y hospitales.
La tarea de Natty Petrosino ha recibido varios reconocimientos, como su candidatura al Premio Nobel de la Paz en 2009, el premio Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Bahía Blanca y la elección como “Mujer del Año” por el Concejo Regional del Valle de Aosta (Italia).

Link a la Universidad Pública de Navarra, España aquí











miércoles, 5 de septiembre de 2012

Acción en Formosa en Julio de 2012

Acá mostramos la construcción de una casa de madera para una familia wichi:

Natty Petrosino recibió otro premio por su labor solidaria

Natty Petrosino recibió hoy otro reconocimiento por sus tareas solidarias, esta vez de parte de la Universidad Nacional de Lanús que le otorgó un premio Trayectoria el 4 de octubre de 2011.

Se trata de una distinción "a los adultos mayores por su aporte social en el campo de las ciencias, las artes, los derechos humanos y el compromiso social".

Además de Natty, quien dedica su vida para ayudar al prójimo en zonas hostiles del país como el desierto mendocino y El Impenetrable chaqueño, fueron premiados Eva Giberti, Lidia Álvarez, Papel Nonos, Héctor Bonino, Rafael Gamarnik, María Castagnino, Asia Selvin de Testa, Zelmira "Miyi" Regazzoli, Sara Facio, Porfidio Calderón, Héctor Negro, Anita Macri y María Cecilia "Nené" Literas.

Entre otras distinciones, Natty fue reconocida como Mujer del Año 2006 en Italia y como ciudadana ilustre de Bahía Blanca ese mismo año.





Natty Petrosino nominada al Premio Nobel de la Paz 2009


La diputada argentina Virginia Linares ha realizado la nominación oficial de Natty Petrosino como candidata al Premio Nobel de la Paz 2009. El 9 de Octubre próximo se definirá dicha premiación.

Para más información: http://nobelpeaceprize.org/ 

Copia de la confirmación de la nominación:

Fotos de la labor de Natty en Formosa, Argentina


Fotografías de Jean Jerôme Destouches (click en foto para agrandar)


Supervisando casa en construcción en Divisadero

Niños Wichi en comunidad de Esquina

Atendiendo a cacique Wichi de la comunidad de El 30

Atendiendo a parturienta Wichi en Divisadero en medio de la noche

Con bebe Wichi recién nacido en hospital de Potrillo

Con niños Wichi en Divisadero

Vacunando niños en Divisadero

La Madre Maravilla


En Bahía Blanca, pasando el Parque Independencia, a orillas de una calle empedrada, existe el Hogar Peregrino San Francisco de Asís donde, un día me enteré, daban de comer a miles de personas. Yo me imaginaba esa muchedumbre bajando de los barrios, todos esos seres anónimos que sólo existen en las estadísticas, apareciendo por primera vez en la escena ciudadana para hacernos saber que tenían hambre y que no sólo eran un número. Ahora, alguien estaba haciendo algo por ellos y ese alguien era una mujer. Le decían Natty, Natty Petrosino. 

Fue Laura, una amiga de toda la vida, la que me dijo algo más sobre ella. Su tía Zulema y sus primas Florencia y Silvina iban a menudo a participar de las actividades del Hogar. Pese a que mi amiga descreía un poco de las convicciones de esta mujer, yo sentía una profunda curiosidad sobre ella y un día –creo que se festejaba el día del niño- me aparecí por el Hogar y, por supuesto, ni bien llegué tuve que ponerme manos a la obra.
Aquella tarde estaban preparando un chocolate caliente en unas ollas que parecían bañaderas. Había muchísima gente, barrios enteros. Por fortuna, también muchos voluntarios. El Padre Horacio al que yo conocía de la Parroquia San Luis Gonzaga, también se había acercado a dar una mano y resultaba extraño tenerlo de co-equiper, acarreando ollas como uno más.
Natty apareció de un momento a otro, con su delantal blanco, el pelo recogido y un megáfono en la mano para hacerse escuchar. Se puso a repartir regalos y recuerdo que en el momento que lo nombró a Jesús, yo sentí algo extraordinario. Aquella mujer hablaba de un Jesús vivo. Realmente vivo. Diferente al que yo conocía a través de la Biblia o la Iglesia, el que alguna vez había quedado encerrado en el altar, colgado en la cruz o atrapado para siempre en un libro. Esa mujer se estaba refiriendo a un Jesús que intimaba con ella y le decía lo que tenía o no tenía que hacer. Esto, me resultaba por demás extraño.
Mi servicio duró tres o cuatro horas. No más. El tiempo suficiente para que me llevara esa emoción linda que a uno le queda cuando se olvida de sí mismo y cumple con una labor desinteresada. De todos modos, no dejaba de preguntarme por Natty. Yo había quedado extenuado con sólo pasar algunas horas en el Hogar, pero esta mujer estaba todos los días atendiendo pobres, vagabundos, menesterosos, ancianos que nadie quería, desahuciados con sida, síndrome de Down y enfermos terminales. No, mi mente no podía aceptar la idea de que alguien pudiera llevar adelante semejante proeza. Sin embargo, eso estaba sucediendo. Y en mi ciudad.
Naturalmente mi vida siguió sus carriles lógicos: estudio, primeros trabajos, amigos, básquet y algo de literatura. Un día volví a saber de ella. Fue al prender la tele, entonces, la vi caminando por los tenebrosos pasillos de una cárcel. Con su acostumbrado delantal blanco era una vela encendida en plena oscuridad. Natty se acercaba a las celdas para hablar con los presos que, como fieras de un zoológico, se acercaban a los barrotes sin comprender qué había traído a esa mujer a aquel infierno. Natty les decía que venía por ellos, para denunciar los abusos. Entonces no existían como ahora los programas que se dedican a las cárceles y que se pueden mirar como si se tratara de un entretenimiento más para nuestro morbo. Aquella vez y a través de esa nota, me enteraba de otro submundo a donde también vivían, en estado paupérrimo, otros seres humanos. Los presos se levantaban las remeras y le enseñaban a Natty las marcas de los golpes brutales y el maltrato que habían recibido, mientras yo -no podía dejar de hacerlo- volvía a preguntarme sobre el alcance de la obra de esta mujer: ¿quién era?, ¿qué estaba queriendo demostrar?, ¿cuál era su mensaje?
Hasta entonces sabía lo que todo el mundo sabe, que había sido modelo, alguien del ambiente, de la alta sociedad, que alguna vez había encarnado los ideales de belleza, juventud y glamour que la misma sociedad propone. Hasta que tuvo un radical cambio de vida tras haber permanecido clínicamente muerta. ¿Qué le había pasado exactamente?
Lo quise analizar con mi amiga Laura, pero ella seguía sin darle demasiado crédito a sus argumentos. Otras personas atribuían la rareza de su comportamiento a un delirio místico “Dice que se le apareció Jesús y encima tiene esa teoría de la reencarnación que cierra justo, porque sostiene que todos estamos aquí por algo y que sino cumplimos correctamente ese algo volveremos a nacer una y otra vez”.
Yo le decía a Laura que esa teoría me gustaba pero ella me respondía que eso era algo que no íbamos a saber nunca. Creo que lo que a muchos les incomodaba era que Natty hubiera dejado la comodidad de su hogar para dedicarse a los pobres. Además, con su decisión de abandonarlo todo y dedicar su vida a ellos, había arrastrado gente, entre estas personas estaban Zulema, Florencia y Silvina, tía y primas de Laura. Para colmo, un tiempo después, Natty se fue a Rusia y se las llevó a todas de acompañantes. Según entendí, el embajador argentino de aquel país la había invitado para que diera testimonio de su labor solidaria. Rusia estaba saliendo del comunismo y ahora que el estado omnipresente había desaparecido necesitaba un nuevo espíritu que le diera aliento a la gente, un nuevo Dios, más justo y solidario. Esta mujer bahiense, quién iba a decirlo, se hacía cada vez más importante en el universo humanitario y cruzaba el planeta para llevar adelante su obra.
Pasaron meses, años, hasta que la vi una vez más por televisión. Esta vez, anunciando que se iba a instalar en un lugar inhóspito del norte de nuestro país. Según proclamó allí la necesitaban más que nunca, y aquellos todavía eran más pobres que los nuestros. Sí, porque los pobres de los barrios carenciados o de las villas de Bahía Blanca, que iban a verla para que les diera un plato de comida, ropa o atención, al menos figuraban dentro de las estadísticas. Tenían voz y voto y de alguna manera podían ejercer algún poder, obtener algún beneficio, pero estos pobres de los que ahora hablaba Natty no existían ni siquiera dentro de las estadísticas. Eran sobrevivientes de las colonizaciones. Nadie sabía de ellos o mejor dicho a nadie les importaban. Eran aborígenes, vivían en estado salvaje.
Yo ya me había mudado a La Plata donde estudiaba y trabajaba, de manera que era en mis continuas escapadas a Bahía donde podía enterarme de estas novedades. En el Hogar Peregrino las monjas se habían quedado con algunos dolores de cabeza, porque la fuerza extraordinaria que encarnaba Natty se habían marchado dejando un sin fin de cosas por atender. Pero bueno, al fin y al cabo, ellas también habían entregado su vida a Dios y ahora su oración se iba a tener que volver decididamente una oración práctica.
A esta altura y a la luz de los hechos, estaba seguro de que si Natty había estado clínicamente muerta, la que había despertado de aquella muerte temporaria no era esa misma mujer. ¿Qué duda cabía? De tratarse de un delirio místico, ese delirio se había tornado muy real y útil para miles de personas. Pero yo desconfiaba cada vez más de esa idea, sostenida por un cúmulo de personas que no podían explicar de otro modo su extravagante comportamiento. Me daba cuenta de que con ese corto razonamiento, aquellas personas sólo estaban justificando su pereza espiritual, postergando la búsqueda de verdades más profundas y por qué no de Dios mismo. Creer en Natty era creer en su obra y por lo tanto aceptar su mensaje. Y si uno aceptaba su mensaje tenía que dar un rotundo cambio de vida. Por eso, para muchos era mejor tratarla de loca.
El tiempo siguió barriendo las hojas del calendario. Natty seguía compenetrada con su actividad. Cada tanto rompía su labor silenciosa y se oía en algún informativo la voz de su llamado invitando a la gente a participar con donaciones. De un modo u otro llegaban a mis oídos los rumores de sus hazañas: un largo año había vivido en las mismas condiciones que los aborígenes para ganarse su confianza; en “El Impenetrable” del Chaco había quedado atrapada a causa de las inundaciones y durante días su único alimento había sido el agua de lluvia; finalmente había logrado fundar un pequeño hospital, una escuela y un barrio.
Más tarde, tuve dos o tres encuentros con Zulema Governatori -ahora asistente personal de Natty- y aproveché para preguntarle por aquel episodio decisivo en la vida personal de la Madre Maravilla. Según me enteré, cuando Natty murió, la muerte no había sido un proceso desagradable como la mayoría de nosotros supone, sino que había sido como un nuevo despertar. Un despertar que sucedió ahí mismo, en la sala donde la habían internado por una dolencia en un oído. En algún momento, salió de su cuerpo y, liviana como el aire, se dio cuenta primero del apremio de los médicos y después, de que una de las paredes del cuarto se abría frente a ella para invitarla a pasar a un nuevo ámbito, donde se iba a encontrar nada más y nada menos que con Jesús. El mismo que conocemos por foto, pero que a ella se le presentaba como lo que en verdad era: un maestro real y precioso, que la miraba con la ternura de mil madres.
Junto a él había otros maestros (según parece Jesús también tiene su equipo de colaboradores). Uno de ellos le preguntó si sabía lo que le había pasado y ella sonrió. Sí, estaba muerta y al mismo tiempo más viva que nunca. Sólo que aquel comité divino tenía un asunto que arreglar con ella y que en definitiva consistía en saber cuál era su deseo: si quedarse en ese estado de plena gracia o regresar a su anterior vida. Ella se quería quedar, pero los maestros le pidieron que viera algo antes de decidirse. Entonces pudo ver el sufrimiento que su muerte había suscitado en su hijos, en su familia, en aquellos que amaba y que la amaban y se dio cuenta de que no podía irse y dejarlos con ese dolor. No al menos antes de decirles que la muerte no existe, que tal como la entendemos es una proyección de nuestra propia mente.
Y volvió, pero con una misión, “la de pasar el plato”, tal como se lo había anunciado Jesús. Cuando se despertó se dio cuenta del contraste entre el mundo ordinario de todos los días y aquel más sutil, acogedor y libre, que había visitado en su temporaria muerte y que ahora aparecía en su mente como un sueño lejano. Su lado humano surgió de golpe con renovada fuerza, resistiéndose a poner en marcha una misión que parecía demasiado grande para una sola mujer. Buscó protegerse de su llamado entre cuatro paredes, lejos del sol. Pero el Supremo, que todo lo ve, volvió a presentarse para recodarle aquel pacto sagrado. Así fue como se dio cuenta de una vez y para siempre que afuera podía estar el mundo concreto de todos los días, pero dentro de su ser había un cielo infinito donde reinaba la singular presencia de Jesús, su Gran Amante. Nunca iba a estar sola, sólo tenía que tomar la decisión de servirlo y abandonarse a esa energía suprema.
Así empezó todo. Su esposo y sus hijos tuvieron que aceptar sus palabras: “Mi familia terrena tiene de todo, pero mi familia celeste está en la calle. Yo me voy con mi familia celeste a la calle”. A pesar de las lágrimas, ellos entendieron su llamado y se volvieron sus más cercanos benefactores.
Iba a pasar mucho tiempo para que en Italia la nombraran Mujer del Año y otros tantos más para que la nominaran al Premio Nobel de la Paz. ¡Dios mío! Imagínense el efecto propagador que su misión tiene y tendrá para las futuras generaciones. A cuantas personas contagiará, cuántos de nosotros nos sentiremos atraídos e inspirados a transformarnos en un mensaje de paz en tiempos de agobio.

Juan Ignacio Gilligan
Bahía Blanca - 2010

Bebé Wichi nace en la camioneta de Natty en Formosa, Argentina


Natty llevaba a una joven Wichi embarazada para que tuviera su bebé en el hospital de Ing. Juarez, Formosa, Argentina. El camino es muy malo, lleno de pozos y piedras. Iban en la camioneta Nissan de Natty desde El Divisadero, una comunidad Wichi en el medio de la selva. Pero el bebé decidió nacer en el camino, por lo que una vez más Natty ofició de partera y el niño nació en perfectas condiciones. Otro milagro del Señor. Aquí el testimonio:





Natty Petrosino: “Lo importante no es lo que crean, lo importante es lo que vivan. Sean coherentes con lo que predican y lo que practican”


PUBLICADO EN BAHIANOTICIAS.COM

Bahianoticias por Silvia Paglioni - Natty Petrosino, nominada al Premio Nobel de la Paz 2009. Esta nota que reeditamos fue realizada el 29 de diciembre de 2008... A Natty Petrosino no se le hacen preguntas. A Natty Petrosino sólo hay que saber escucharla y leerla con el corazón para luego discernir sus sabias enseñanzas basadas en su maravillosa experiencia de vida. Cuarenta años sembrando semillas de amor incondicional con Fe inquebrantable. Siempre al lado del prójimo desfavorecido. Tiene un sólo “Jefe”, Dios.  Sólo escucha su voz y sólo sigue el ritmo de los latidos del corazón de Jesús que le marca los caminos a seguir. Su noble sentir, su aprendizaje de vida, todo lo expresan. Natty es una “Esquirla de Dios”. No hay más que agregar, sólo saber interpretarla abriendo nuestros corazones. “No todos tienen el Don de poder Dar. Dar es un Don y es una invitación de Dios, pero a algunos no se les permite y van a cargar con las cosas acumuladas porque se les cerró el Don de Compartir. Nadie puede sacar dentro de sí,  lo que tiene dormido dentro de sí.” “Yo no me enojo más con el enemigo y es hermoso lograrlo. Esa persona está programada para ver si caes en el mal. Una vez me enseñó un maestro: “Las estrellas jamás se ofenden si un ignorante las confunden con una luciérnaga.”
Enseñanzas de Natty Petrosino
Solidaridad y Amor
“Bahía Blanca es una ciudad muy solidaria. A mi siempre me ha ayudado mucho la gente, que es ayudar a los demás.”
“En estos momentos tenemos que observar que es lo salvable. Se salva quien ama al prójimo como a uno mismo. Es fácil amar al otro, para los que viven en estado de gracia, que es vivir cada momento presente, aquí y ahora.
Se llega a ese estado cuando se comienzan a caer los velos y esto sólo sucede cuando uno se abre a los demás. No hay otro camino que no sea la solidaridad. Brindarse a los demás de todas las maneras posibles. Ahora bien, yo no puedo ser solidaria con los demás si no soy solidaria con los que están al lado mío, con mi familia, mi marido, mis hijos.
Si a mi, mi marido no me hubiese entendido,  jamás hubiero podido hacer esto. Siempre hay que ser solidarios sin herir al otro.”
“Siempre digo, que aquel que ama mucho a su perro, a su boxer, a su pekinés y no ama a todos los perros, es mentira que ama, lo quiere egoístamente. El que ama a sus hijos y a ese hijo no le enseña a amar a todos los demás, no ama a su hijo, lo ama egoístamente. Hay que brindarse y encontrarse cara a cara con Dios. Hay que invitar a todos a ser solidarios, que la gente me de un zapato que no usa, lo que quiera. Cualquier cosa que la gente te da está bien, aunque a veces no lo haga por amor o por solidaridad. El hecho de dar, abre un canal, es un pasito más, y ese paso que logran los van a llevar a tener más ganas de dar, porque aprenden a sentir placer y regocijo, algo  que sólo se experimenta cuando se sirve a otro. Al Dar y darse.
Llega un momento que te encuentras con vos mismo, y con Dios. Al principio es muy duro, es todo esfuerzo, luego pasa y ya no hay marcha atrás, porque la solidaridad se mete debajo de tu piel. Todo lo que hagas lo harás en función del amor.
“La solidaridad no es ir a Calcuta, al África, a Formosa. Para mi es un placer que mi “Jefe” me mande a los peores lugares  donde hay más sufrimiento.
Hay que ser solidarios en cualquier lugar y en cualquier momento. Hay que ser solidarios permanentemente con todo, con todos, pero sobre todo con los del propio entorno que es lo mas difícil. Es tan difícil serlo, porque la persona lo toma como una obligación moral y eso molesta. Quieren cuidar enfermos, pero no a su madre, a su hijo, a su tío.”
La caída de los velos
“Si había que elegir a una persona para que realice este servicio que hace 40 años realizo para mi Señor, yo era la que menos garantías tenía: frívola, indiferente, tenía todo lo que quería, viajaba a donde quería, mucamas, cocinera, ni me daba cuenta que había gente pobre, vivía en otro mundo. Yo jamás hubiera elegido a alguien así para esta tarea.”
“Cuando me doy cuenta que le di de comer a 7000 personas por día durante tantos años aquí en Bahía Blanca, entiendo que fue para que la gente vea a través mío la mano de Cristo. Por eso eligió a una mujer como yo y no a una mujer consagrada a la religión, a una monja. Todos hubieran dicho: ¡y bueno es lo normal, es su obligación!. Eligió a alguien indiferente, superficial y ajena a la solidaridad. Eso fue para que la gente preste atención”
¿Por qué sucede  siempre eso Natty, por qué se prioriza la frivolidad?
“Porque no quieren abrir los ojos para ver mejor. Es más fácil mirar la parte frívola que toda la maravilla que Dios realiza, a través de sus instrumentos que somos nosotros.”
“A veces lamento que alguna gente recuerde más que era una modelo y no de las 7000 personas que fueron a comer a diario.”
“La única misión importante es demostrar al mundo que existe algo superior, que el amor lo es todo y lo cura todo y que la muerte no existe. No le tengan miedo a la muerte, somos eternos.”
La envidia
“La envidia se cura con entrega, Amor y desapego.”
“Me duele mucho cuando alguien se pone a despotricar contra Estados Unidos, contra Europa, tan despectiva y agresivamente. Yo trabajé mucho tiempo en Centro América y siempre me llamó la atención el odio que tienen a Estados Unidos pero a los hijos les ponen de nombre Kevin, George, Jackelyn… Es una cosa rara, no sé… A mi no se me ocurriría ponerle de nombre a mi hijo algo que me recuerda permanentemente el odio y la envidia.”
El Poder las Palabras
“Por el poder de la palabra serás salvo y por el poder de la palabras te perderás”, dice el Evangelio.
Que usen el Don de la palabra como la están usando actualmente es terrible.
Yo, cuando escucho: “Si me precisas, llamame”, tiemblo. Si a esa persona que encontraste no le decis nada, sos libre de socorrerla o no, pero si le dices: “Si me precisas, llamame” y esa persona te llama y no la ayudas, no sabes los años que vas a estar para despegarte de ese karma. Si no lo vas a hacer no lo digas, porque nadie te obliga a hacer nada, pero si lo dices y no cumples, tiembla el cielo y la tierra. Por eso es muy importante la palabra.”
“Hay tanta conversación vana, hablan por hablar nada más.”
La falta de Amor en la pareja
“Se ha desvirtuado tanto el amor verdadero… Una cosa es la pasión y otra es el amor. La pasión pasa, pero si hay amor verdadero este no pasa jamás. Si alguien construye una pareja sobre la base de la pasión es esfímero todo. La pasión por la pasión es lógico que se termine. Después siguen juntos y se destruyen, se agreden, es terrible. El matrimonio como lo conocíamos no existe más. La relación de padres e hijos como era antes también se terminó.”
Sobre la ambición…
“Están perdiendo tiempo acumulando tantas cosas… Hay gente que tiene cuatro casas o más y otras no tienen una. Ahora lo grave no es el que no tiene nada sino el que tiene mucho. A mi me apena más, no el que no tiene nada, sino el que cree que puede acumular… ¿Para qué? Lamento que NO SE DEN CUENTA.
Un día el Señor me mostró una visión:
“Mucha gente haciendo fila. Estaban todos para entrar y despegar de esta tierra. Todos sin excepción debían pasar por una puerta angosta como enseña el Evangelio. No podías entrar con nada, vos solita, con tu cuerpo nada más. Ahora bien, todo aquel que había acumulado mucho materialmente, no podía desahacerse de ello, lo tenías que “cargar” y pasar por la puerta angosta. En esa hilera habia gente con varios autos, varias casas. También había gente que había pasado mucha hambre y otros con pilas de pan, de comida, que desesperados querían repartir esos alimentos porque se daban cuenta que no iban a pasar por la puerta angosta. Ahora querían compartir con los que no tuvieron nada. Todos les respondían en silencio, haciendo una señal con la cabeza: No… Ahora No. Ya no era el tiempo.”
“No todos tienen el Don de poder Dar. Dar es un Don y es una invitación de Dios, pero a algunos no se les permite y van a cargar con las cosas acumuladas porque se les cerró el Don de compartir.”
“Nadie puede sacar dentro de sí, lo que tiene dormido dentro de sí.”
“No es problema que alguien tenga y pueda vivir bien, mucho más si lo ganó honestamente con su trabajo, eso es hermoso. Es más, todos tendríamos que tener ese derecho, vivir bien, porque el planeta tiene para que todos vivamos bien. El problema es que no se comparte. El hombre provoca con su ambición la inequidad para sí mismo más que para el otro.”
“Una vez un sabio maestro me enseñó:  “Id a la casa del pobre y abrazadlo como vuestro hermano. El pasado de ese hombre es cuestión de él y de Dios y el futuro es cuestión de ese hombre y de Dios, pero el presente es cosa tuya. Si tiene hambre dadle de comer, este presente es tuyo.”
El cielo y el infierno
“El infierno es esto, lo que estamos viviendo, tanta locura, tanta gente destruyéndose. Este dolor es el infierno.”
“Cada cosa que nos ha sucedido en la vida por algo fue. Que cada cosa que nos suceda nos sirva para algo, para no volver a repetirla, pero no juzguemos más.”
No siempre se puede hacer lo que uno quiere.
“Yo cuando comencé dije que nunca iba a predicar, ni me iba a definir en ninguna religión sino solo hacer la tarea que sirva al prójimo. Cuando estaba acá en Bahía Blanca venían integrantes de todas las religiones: Budistas, Adventistas, Católicos y otros a darles charlas a la gente de la villa que a veces asistían más de 200 personas. Ecumenismo real.
Un día, tenían que venir el padre Angelo y Mercedes, una catequista a dar una charla y no pudieron venir. Había más de 200 personas esperándolos. Recuerdo que fuí dentro del hogar a mirar el crucifijo y le dije a Jesús:
¡Esta no me la haces!. ¿Qué le voy a decir a la gente?! ¿Qué les digo?! ¿Qué sean felices? Están muriéndose de hambre, con llagas, enfermos, pobres… A ver, ¿Qué les digo?!, le preguntaba “enojada” a Jesús. Ni se te ocurra!!!.
Estaba conmigo Gladys. En un momento dado, sucedió un hecho muy especial y único… Luego de lo ocurrido, le pedi a Jesús que me dicte el mensaje que debía darle a la gente y comencé a predicar:
“Yo quiero decirles a todos Uds. Mamás y Papás, que Dios los Ama como Uds. aman a sus hijos que están a su lado. Miren a sus hijos. Imaginen Uds., que el Planeta Tierra es como un gran hospital y que Uds tienen un niño que les nace enfermo. El médico les dice que tienen que llevarlo a un hospital donde le van a hacer un tratamiento duro, durísimo. Lo van tener que meter en agua caliente y en agua fría, y otros intensos y difíciles tratamientos más. Su hijo va a gritar y les va a rogar llorando: Sacame de acá mamá!, sacame de acá papá!, pero Uds., saben que si su hijo hace y concluye ese tratamiento, va a poder caminar, va a ser una persona normal y sana, entonces lo van a dejar. Eso mismo hace Dios con todos nosotros. Esto es un hospital, cada uno de nosotros debemos aceptar que Él si sabe que está haciendo. Nos está curando.”
“¿Sabés que todos entendieron el mensaje? Y bueno… De ahí en más no he podido parar de hablar de Jesús.”
Creencias
“Imaginate que hay una gran mansión donde tenés que entrar  porque ahí está el gran Banquete de Dios. Hay una alfombra grande, blanca e inmaculada, la cual tienes que atravesar para llegar a Dios, pero no la puedes ensuciar. Ya no hay tiempo para bañarse totalmente, entonces te sacudes un poco. Las iglesias son eso, enseñan a sacudir un poquito la suciedad para que no se ensucie la inmensa alfombra blanca.
Lo importate no es lo que crean, lo importante es lo que vivan.
No es necesario concebir a Dios  ni como el viejito de barba, ni como Buda, ni como Krihsna ni como Mahoma.
Si vos queres creer que Dios es este vaso, y te dicta todas cosas buenas y vos creyendo que este vaso es Dios y haces todas las cosas buenas, vas a llegar al mismo lugar que aquel que cree en Dios. Lo importante es como nos comportamos y como vamos creciendo. Lo malo no es ir a la iglesia, lo malo es no ser coherente con lo que se predica y se práctica.”
“Papá Noel existe para olvidarse de que existe Jesús y su mensaje. Es demasiado compromiso DARTE CUENTA que sos cristiano y que nació Jesús… La Virgen María está tambien muy enojada, porque la idolatran demasiado a ella y no siguen las palabras y enseñanzas de su hijo.”
Enemigos
“Yo no me enojo más con el enemigo y es hermoso lograrlo. Esa persona está programada para ver si caes en el mal. Una vez me enseñó un maestro: “Las estrellas jamás se ofenden si un ignorante las confunden con una luciérnaga.” Los ladinos son nuestros socios más embromados. Cuando alguien te confunda, te lastime, piensa en ello. Amalo porque es ignorante, no puede ver. Ignoran el bien, no lo conocen.
“Si a mi me despreciaron a Uds. también los despreciarán” legó Jesús y tambien diría ante nuestro enojo frente a las personas que nos hacen mal: “¿Y que pretendés que haga? Ellos también son mis hijos.”
Soledad
“Llega un momento en la vida que ya no eres bienvenida en una fiesta, en reuniones. La gente te considera aburrida porque a una ya no le interesan más ciertas cosas o ciertos temas superficiales. No entienden lo que haces, en lo que crees y vos también te aburrís con ellos. A medida que vas creciendo espiritualmente te vas quedando más sola. Pero recuerda siempre esto: Solos venimos al mundo y solos nos vamos. La gente que esta rodeada de mucha gente o necesita estarlo es porque tiene miedo. Cuando vos estás bien, no existe la soledad, sos vos mismo.
Cuando estás bien contigo misma, nunca estás sola y muchas veces los que están rodeados de gente se sienten muy solos, porque no están bien con ellos mismos. Esta sensación de vacío sólo se cura haciendo el bien, con la solidaridad. Se cura amando al prójimo, que es no desearle ningún mal, y no hacerle mal a nadie.”
Un momento muy especial. Georgina una Maestra de Vida
Natty toma en su manos y se queda observando por unos instantes una foto de mi hijo Nicolás quien partió hacia la eternidad un día 29, como hoy, hace un año y cinco meses. En mi vida hubo un antes y después, luego de su abrazo tan compasivo e incondicional junto a  sus sabias palabras… Sus enseñanzas.
“¿Sabés una cosa Silvia? La primer tarea que realicé fue en el Cotolengo. Ahí comenzó mi camino de servicio al prójimo.
Yo no lo conocía y para mi fue durísimo. Siempre decía, Dios mio!, ¿Por qué?! No es posible esto. Por qué no te los llevás!
No podía entender. Esos pobres seres que no entendían nada, con tremendas discapacidades… A lo mejor no sufrían, no tenían conciencia de sus propios pesares, pero yo no podía entender la finalidad de sus presencias en la vida.
Yo iba todos los días a la capilla del Cotolengo a pelearme con Dios, estaba enojadísima con Él, por permitir la condición sufriente de estos seres. Había una mujer internada, se llamaba Georgina,  mentalmente era normal, tenía 30 años, pero su cuerpo era de un bebé.
Un día, ya había terminado de atenderlas y me iba corriendo a la capilla a seguir peleándome con Dios como todos los días, creyendo  además que así iba a encontrar  la respuesta. Ese día, cuando estaba por salir del Cotolengo, Georgina, me preguntó:
¿Natty, dónde vas?
La miro y le digo, voy a la Capilla.
-¿Y qué vas a hacer en la Capilla?
-Voy hablar con Dios.
-¿Y qué le vas a decir a Dios?
Yo no le podía decir la verdad a Georgina, que iba a cuestionarle a Dios el estado de ellos …  Entonces le respondo:
-Le voy a decir que estoy feliz de estar con Uds.
-Georgina, ¿Vos querés que le diga a Dios algo de parte tuya?
Ella me miro desde la eternidad y me dijo:
-Si, dale mis gracias.
Quedé conmovida. Yo, que era joven, bellísma, sana, rica, nada me conformaba y no era feliz y Georgina en su estado, era feliz y agradecida… Lloré mucho y tuve la explicación que tanto le reclamaba enojada a Dios.
Todas las personas que nacen con algún problema son Seres de Luz que vienen, mejor dicho, eligen venir, sólo para ayudarnos. No cualquiera puede ser madre de un Ser de Luz, hay que tener una preparación muy especial.  Las respeto mucho a estas madres.”
“A Dios se llega por el dolor o por el Amor.”
(Fin nota, efectuada el 29 de diciembre de 2008 en Bahía Blanca)
Han venido infinidad de maestros a mostrarnos buenos caminos, nos dieron a elegir entre buenos caminos o caminos equivocados, pero nosotros  hemos aceptado más los caminos equivocados. Hay que aprender a reparar, estamos a tiempo. Hay que tratar de ser lo mejor que uno pueda ser. A muchos se les está dando la oportunidad para que se liberen… Natty Petrosino
Foto 1: Natty mostrando con mucha alegría las artesanías realizadas en palo santo por la comunidad indígena Wichi en Formosa, Argentina. Foto 2: Natty Petrosino y Silvia Paglioni de Bahianoticias.

Notas y artículos sobre Natty Petrosino en Internet


Esta nota dice aquí que la reeditaron por la nominación al Nobel de la Paz. Es larga pero muy buena.

Esta otra es un comentario previo y a continuación La Capataza de La Nueva Provincia:

Bahia Digital por Nominación Nobel de la Paz

En Comodoro Rivadavia por La Mujer del Año

Por Ciudadana Ilustre de Bahía Blanca

Por una monja Uruguaya (Hna. Josefina)

Nominación a la Mujer del Año 2006

Radio FM Reflejos de Sierra de la Ventana por nominación Nobel de la Paz

Bahia Noticias por nominación Nobel de la Paz

Por la Mujer del Año 2006


Madre Teresa revivió en Argentina

domingo, 19 de agosto de 2012

Petrosino es la "Mujer del Año"

MS
Max Seitz 
BBC Mundo, Buenos Aires
Natty Petrosino con médico e ingígena enfermo
Sus actividades la han hecho merecedora del título la Madre Teresa de Argentina.
La argentina Natty Petrosino obtuvo este viernes el premio internacional "Mujer del Año" en reconocimiento a su labor de ayuda a los desamparados de su país.
La distinción -dotada con 20.000 euros- fue concedida por el Consejo Regional del Valle de Aosta, en el noroeste de Italia.
Petrosino, considerada por algunos como la "Madre Teresa" argentina, fue la única latinoamericana nominada.
En una entrevista con BBC Mundo, adelantó lo que haría con el dinero del galardón: "Casas , casas, casas... y comprar cosas para mis pobres".

En la década de los años 60, Petrosino era una bella modelo de clase acomodada. Actualmente vive en una casa rodante, en la que viaja por Argentina asistiendo a comunidades indígenas olvidadas, dando de comer, curando y construyendo casas, hospitales y escuelas.
De la muerte al servicio

Cuenta que una grave enfermedad, hace casi cuatro décadas, la hizo "descubrir a Dios" y cambiar para siempre.
 Para la ley terrena nunca hemos existido. No tenemos personería jurídica, ni ningún convenio con el Estado; tampoco cuentas bancarias ni dinero guardado. Hoy tenemos, hoy lo damos 
Natty Petrosino

En 1978, Petrosino fundó una red de hogares para ayudar a pobres, enfermos y discapacitados en toda Argentina. Más recientemente decidió dedicarse exclusivamente asistir a pueblos indígenas olvidados.
"Donde nosotros estamos ahora no es fácil llegar. Hay que vivir debajo de un árbol y convivir con tuberculosis, lepra, desnutrición, hambre", dijo a BBC Mundo.

Petrosino, de 67 años, ha hecho su trabajo sin tener un marco institucional. Recibe donaciones de todo el mundo y procura entregarlas lo más pronto posible, evitando trámites burocráticos.
"Nosotros hemos llegado a darles de comer a 7.000 personas por día sin contar con subsidios", aseguró.
"Para la ley terrena nunca hemos existido. No tenemos personería jurídica, ni ningún convenio con el Estado; tampoco cuentas bancarias ni dinero guardado. Hoy tenemos, hoy lo damos".
Una "Madre Teresa" sobre ruedas
Max Seitz
Max Seitz 
BBC Mundo, Argentina
Natty Petrosino. Foto cortesía de Marcos Molina
A Natty Petrosino se la conoce como la "Madre Teresa" argentina.

"Para ayudar no hace falta formar parte de una institución o tener dinero, basta con amar al prójimo", dice a BBC Estudio Abierto Natty Petrosino, quien ha dedicado su vida a asistir a los que menos tienen.
Energética, generosa, de profunda convicción religiosa, Petrosino lleva 40 años trabajando con los pobres y marginados de su país.
Nació en 1938 en la ciudad de Bahía Blanca, al sur de Buenos Aires. En la década de los años 60 era una bella modelo de clase acomodada pero, según relata, una grave enfermedad la hizo "descubrir a Dios" y cambiar para siempre.

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"Tuve una operación muy complicada y casi me voy del otro lado. Ahí me di cuenta de que era perecedera y busqué un sentido para mi vida", recuerda.
Petrosino aclara que no pertenece a ninguna congregación religiosa o institución porque cree en "la libertad que da no tener que pedir permiso".
"Soy católica en el sentido de universal. Amo a Jesús, pero también a los grandes que vinieron a este mundo a hacer algo, como Buda y Zoroastro o contemporáneos como Ghandi y Teresa de Calcuta".
Natty Petrosino. Foto cortesía de Marcos Molina
Petrosino es muy religiosa, pero no pertenece a ninguna congregación.
Actualmente, Petrosino vive en una casa rodante, en la que viaja por Argentina asistiendo a comunidades indígenas olvidadas, llevando alimentos y asistencia médica a indigentes, y construyendo escuelas y hospitales.
En 1978 fundó un hogar para desamparados con el propósito de atender a niños de la calle, enfermos terminales, mujeres embarazadas sin recursos y vagabundos.
Tras el colapso económico de 2001 en Argentina, este hogar se convirtió en un centro de distribución de alimentos, las llamadas "ollas populares".
Amor a los pobres
Sobre el hecho de que la denominen la "Madre Teresa argentina", Petrosino comenta: "A mí me parece hermoso que me llamen así, porque ella amaba a los pobres, pero tengo poco que ver con Teresa en el sentido de que pertenecía a un grupo religioso determinado".
"Yo les critico a algunas iglesias que en ocasiones no viven lo que predican, porque si así lo hicieran todos estaríamos muy unidos", afirma.
Natty Petrosino. Foto cortesía de Marcos Molina
Se decidió a ayudar a otros luego de que casi pierde la vida en una operación.
Petrosino ha hecho su trabajo a pulmón, sin el amparo de organización alguna. La difusión boca a boca de su labor le ha reportado numerosas donaciones y colaboraciones de todo el mundo.
"Cuando tengo que construir una escuela o un hospital, muchas veces no hay nada. Entonces me pongo a buscar y cuando la gente se entera empieza a mandar dinero y materiales. Creo que es porque Dios quiere que sea así. Pero cuando no me llega nada, no me enojo con él. Trato de hacer las cosas igual".
La filosofía detrás del trabajo de Petrosino es que cualquiera puede ser solidario con el prójimo sin necesidad de contar con recursos económicos.
"Lo importante es tener ganas de mejorar la vida de los otros. Uno puede hacer muchas cosas: acercarse a un hospital para hablar con un enfermo o donar la ropa y los alimentos que tiene de más. Si uno se propone dar, tiene de sobra aunque posea poco".
"Pienso que no hay que fijarse en lo que hacen los otros, el gobierno, las iglesias. Cada uno debe tomar la iniciativa y decir: 'Hoy empiezo'. Y después es probable que se le sumen otras personas", dice.
Natty Petrosino. Foto cortesía de Marcos Molina
Petrosino viaja por toda Argentina con su casa rodante, asistiendo a comunidades indígenas olvidadas.
Como ejemplo, Petrosino cuenta que a cada una de sus obras se han acercado voluntarios deseosos de ayudar sin cobrar un solo centavo.
"Nosotros no recibimos sueldos ni los pagamos. No manejamos dinero, porque todo lo que recibimos son alimentos y materiales que distribuimos o utilizamos en las construcciones", aclara.
¿Cargo político?
En 2006, Petrosino obtuvo el premio internacional "Mujer del Año" en reconocimiento a su labor.
Le han ofrecido varios cargos en la provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina, pero ella dice que los ha rechazado para "tener manos libres".
Natty Petrosino. Foto cortesía de Marcos Molina
A pesar de sus 70 años, ella sigue dedicándose a ayudar a los que menos tienen.
"Jamás voy a aceptar, porque yo no podría pertenecer a ningún grupo institucional que me ponga limitaciones", insiste. "Creo que he podido hacer mi tarea todos estos años porque he gozado de la libertad de los hijos de Dios".
Con sus 70 años recién cumplidos, Petrosino está convencida de que su misión solidaria no terminará con su partida de este mundo.
"Mientras pueda, voy a seguir. Después Dios seguramente encontrará alguien que continúe, porque él ama a los pobres", concluye.
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