sábado, 29 de junio de 2013

PRESENTACIÓN DEL LIBRO “POR QUÉ CREO EN DIOS, EL DESPERTAR DE NATTY PETROSINO”

Día: Domingo 30 de junio, 18 horas.
TEATRO MUNICIPAL DE BAHÍA BLANCA
Alsina 425 -Sala Payro.
Bahía Blanca - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 0291 456-3973 (Entrada libre y gratuita)

La edición, a cargo del escritor bahiense Juan Ignacio Gilligan, fue presentada en la Universidad de Pública de Navarra, España, con motivo del premio pro Derechos Humanos Jaime Brunet que recibió Natty por sus cuarenta y cinco años de labor en favor de los más necesitados.
Confiamos que el presente material pueda resultar de interés conocer diferentes aspectos de su obra como también algunas de sus enseñanzas, claves para entender su mensaje y su obra.
El material reúne testimonios, citas y fotos iné
ditas. La presentación contará con la presencia del editor, acompañado de Zulema Governatori, Eva Crastore y de la propia Natty Petrosino quien dará detalles del trabajo y de la repercusión que ha generado su reciente visita a España.

Palabras del editor:
“El desafío era armar una publicación referida a la obra de Natty. Ella misma nos había expresado su deseo de poder entregarla en España, muy especialmente, como un gesto de gratitud a La Fundación Brunet de la Universidad Pública de Navarra quien el 4 de junio, día de su cumpleaños, le haría entrega del premio Jaime Brunet, destinado a promover y difundir la defensa de los derechos humanos. Así que nos reunimos con Zulema Governatori a ver de qué modo podíamos iniciar la tarea. Sabíamos que, estando Natty de por medio, en el cielo iban a moverse para que los medios aparecieran. Por otra parte, contábamos con nuestros testimonios personales, aparecidos en sitios de Internet o modestas publicaciones, pero tanto Zulema como yo nos preguntábamos si con esto alcanzaría.
Un par de días más tarde, haciendo orden, encontramos el testimonio de Eva Crastore. Ya eran tres y si bien los tres naturalmente hacían referencia a las mismas cosas, cada uno, con su estilo personal, sumaba elementos nuevos. Decidimos ordenarlos de manera que el lector pueda tener una idea aproximada de la labor humanitaria de Natty y agregarle a ellos un documento fotográfico.
Con estos elementos reunidos nos sentíamos entusiasmados con la idea de poder mostrar quién es Natty Petrosino.
Ella misma insiste a menudo en no quedarse con la anécdota de lo que fue capaz de hacer, como alimentar a miles de personas diariamente o armar barrios, escuelas o salas médicas, lo verdaderamente importante, aclara, es apreciar la presencia de Dios obrando a través de ella, marcando los lugares y los tiempos, facilitando siempre los recursos.
Días más tarde, Natty puso a mi disposición una carpeta con notas publicadas en distintos medios del país, para que las revisara y extrajera de ellas algunas de sus frases más significativas, donde quedaran expuestas sus enseñanzas o su propia visión del mundo.
Recuerdo el trayecto de vuelta a mi casa, la carpeta azul en el asiento trasero de mi auto y yo preguntándome si sería capaz de poder sacar ese néctar sagrado de aquel montón de hojas viejas de diarios y revistas.
De este modo iríamos redondeando esta publicación dentro del plazo establecido. Confiamos que la misma pueda reflejar un poquito el amor divino que encarna Natty. Un amor divino al cual todos estamos llamados”.

Juan Ignacio Gilligan
www.juanignaciogilligan.com.ar

sábado, 15 de junio de 2013

Francisco felicitó a la "Madre Teresa" argentina

Nota de INFOBAE
Por Agustina Ordoqui aordoqui@infobae.com


El Papa llamó en persona a Natty Petrosino para reconocer su labor humanitaria por los sectores más necesitados, iniciada hace 45 años



Crédito foto: Universidad de Navarra


Tras enterarse de que a Natty Petrosino, conocida mundialmente como la “Madre Teresa” argentina, le hubiera gustado entrevistarse con él durante su viaje a Europa, el papa Francisco la llamó este martes para agradecerle por su trabajo en favor de los sectores más necesitados del país.

“Me llamó en persona y hablamos por media hora. Me felicitó y me dijo que iba a orar por nosotros. Me invitó al Vaticano para vernos, pero lamentablemente ya me estoy volviendo a la Argentina”, contó Petrosino a Infobae desde España, adonde viajó para recibir el premio Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos de la Universidad de Navarra en reconocimiento a su trabajo humanitario.




Petrosino, al igual que el Papa argentino, decidió encomendarse a la tarea de San Francisco de Asís. “Hablamos mucho de nuestro santo, y le dije que me emocionaba que hubiera elegido su nombre, que a mí Dios me lo había inspirado hace 45 años. Encuentro una relación entre nuestras misiones franciscanas”, relató.

“El Papa dijo que nos bendecía y nos pidió seguir con nuestra misión. Me envió también una bendición muy grande para mi Bahía Blanca natal, que me ha ayudado desde los inicios”, añadió Petrosino, quien con un grupo de voluntarios asiste a las comunidades aborígenes wichis en la provincia de Formosa.




La historia de Natty Petrosino es ejemplar. Según narró a Infobae, luego de que le encontraron un tumor y la operaron, quedó en coma y tuvo una revelación. Desde entonces, dedicó su vida a los sectores carenciados, no sólo de la Argentina, sino de todo el mundo. A bordo de una casa rodante, recorrió distintos puntos de su país para llevar su ayuda a los lugares más recónditos.



Con humildad, Petrosino admitió que no cree que vaya al Vaticano en el futuro, primero porque no le gusta “ver tanto lujo”. “Cuando hablé con Francisco, le dije que tenía mucha esperanza de que él pudiera hacer volver al Vaticano a la esencia de Jesús”, afirmó.

En segundo lugar, porque no quiere “dejar a los pobres por ir a Europa”. “Esta vez vine por el premio, pero también por la posibilidad de decirle al mundo lo que pudimos hacer sin tener personería jurídica y sin dinero para alimentar a 7 mil personas por día”, explicó. “En verdad, nunca pensé que mi mensaje fuera a salir de Bahía Blanca, de la Argentina. Esto me emociona mucho”.

Santa Francisca de los wichis

Nota de radio de Alfredo Leuco

Hoy le quiero hablar de la vida y de la esperanza. En medio del horror por el asesinato de ese angelito llamado Mumi, cruzados por el dolor de una nueva tragedia en el tren Sarmiento.
POR ALFREDO LEUCO | 13 DE JUNIO DE 2013
Hoy le quiero hablar de la vida y de la esperanza. En medio del horror por el asesinato de ese angelito llamado Mumi, cruzados por el dolor de una nueva tragedia en el tren Sarmiento y a pesar de los cierres de las coaliciones electorales, hoy elijo abrir una ventana y respirar profundo el aire limpio de la solidaridad. Cuando la realidad asfixia, vale la pena llenar nuestros pulmones con ese combustible. Por eso le quiero hablar de Natty Petrosino a quién la BBC de Londres bautizó como “La Madre Teresa argentina”. La excusa informativa es que acaba de ser premiada en España por su gigantesco trabajo y entrega hacia los que mas necesitan y que eso motivó que el Papa Francisco la llamara por teléfono.

Se emocionaron hablando de San Francisco, el santo de los pobres que guía el camino de ambos. “Hogar Peregrino San Francisco de Asís”, es el nombre de una de las primeras epopeyas que fundó Natty. Siete mil personas recibían alimento diario bajo ese techo de su querida Bahía Blanca. Pero eso fue solo el comienzo. Hoy Natty tiene 75 años y es el emblema de la resurrección. Es otra persona muy distinta de la que fue. Hasta los 27 años, era una modelo y actriz en medio del glamour de su belleza rubia y de ojos celestes. Una mirada utilitaria y consumista podría decir que a aquella Natty no le faltaba nada. Que tenía todo lo que una adolescente puede soñar. Era una princesa de la frivolidad.
 
Pero llegó el día del quiebre. De la bisagra. Un tumor maligno y maldito se había alojado en su oído medio. En medio de la operación, Natty, entró en coma y se murió clínicamente. “Pasé para el otro lado”, dice ella con picardía coloquial. Pero volvió. Se hizo el milagro y volvió a respirar. Ella dice que tuvo una aparición, que vio a un Jesús cotidiano y trabajador y eso la impulsó a refundarse. A renacer en un milagro y dedicarle toda su vida a los mas frágiles, a los mas alejado de la mano de Dios. Hoy a los 75 se podría decir que es una suerte de santa Francisca. Vive a bordo de una camioneta con la que recorre todas las comunidades indígenas de Formosa y Chaco. Lleva alimentos, remedios y futuro. 

Hay que ver a Natty codo a codo con nuestros hermanos indios, los mas sufridos. Sus manos fueron capaces de hacer las tareas mas duras: fabricar ladrillos, levantar casas, salas de primeros auxilios, escuelas, cavar zanjas para las cloacas. Sus manos fueron capaces de hacer las tareas más delicadas: colocar vacunas, monitorear a los chicos desnutridos hasta que se desarrollen, leer cuentos a los viejos. La cumbre de la metáfora de dar a luz fue ese día que viajaba entre los pozos y las piedras desde la comunidad de El Divisadero hasta el hospital Juárez, con una adolescente wichi con la panza cargada de contracciones. Hasta que en un momento, la mujer no aguantó más, la bolsa se rompió y Natty pasó de chofer de la camioneta a partera. Nació un bebe maravilloso pero nacieron muchas cosas mas como icono. 

En medio de la selva, en medio de las carencias mas extremas, se fabricó un ser humano. Natty anduvo reparando los desastres que hicieron inundaciones, o explosiones, como en Chernóbil o el huracán Mitch en Nicaragua pero se entregó de lleno a los habitantes originarios que caminan descalzos y despojados de todo por esta tierra bendita. Natty, igual que la madre Teresa, da hasta que duela. Dice que dar es un don. Y ella ejerce ese don desde hace 45 años ahora dedicada a los wichis, los mapuches y los huerpes que muchas veces solo reciben represión, discriminación y la espalda de los gobernantes como ocurre a esta hora exactamente con los Qom. Natty combate las peores enfermedades de la pobreza y la marginalidad. La sífilis, el cólera, el dengue, la sarna, la tuberculosis. ¿Qué hubiera pensado aquella bella modelo carne de diván, siliconas y cirugías de esta hermosa Santa Francisca que da todo sin pedir nada a cambio? Y lo hace totalmente libre.
 
No recibe ni un solo peso del estado. No pertenece a ninguna congregación religiosa. No es monja pero parece. Anda con unos delantales largos abriendo sus manos, abrazando al prójimo, haciendo el bien sin mirar a quien.

La diputada Virginia Linares la propuso para el premio Nóbel en el 2009 y fue nominada aunque no lo ganó. La legisladora del GEN conoce profundamente a esa mujer que ya es la madre de todos los pobres y necesitados. Natty dice que el día que pudo volver de la muerte clínica, aprendió que todos tenemos un paso corto por la vida, pero que podemos ser eternos en los demás. 

Sembrar amor solidario en nuestros hermanos es la mejor manera de trascender. Es apostar a la utopía de un mundo nuevo donde se respeten los derechos humanos en toda su dimensión. Natty puede ser nuestra Madre Teresa de los Necesitados, o la santa Francisca de los Wichis. Es una bandera de lo más profundo del alma, la cabeza y el corazón. De lo que realmente vale. No es profeta ni pastor, pero tiene olor a oveja. 

viernes, 14 de junio de 2013

Natty recibió el Premio Jaime Brunet 2012


La Universidad entrega a la argentina Natty Petrosino el Premio Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos

La llamada “Madre Teresa” del país austral realiza desde hace más de 40 años una importante labor humanitaria con los más desprotegidos
La argentina Natty Petrosino ha recibido este martes, 4 de junio, en la Universidad Pública de Navarra el Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos en un acto que ha tenido lugar en el vestíbulo del edificio de Rectorado. Natty Petrosino (Bahía Blanca, Argentina, 1938) realiza desde hace 45 años una importante labor humanitaria a favor de los más desprotegidos sin ningún apoyo institucional. Calificada como “la Madre Teresa argentina”, fundó una red de ayuda a pobres y enfermos, aunque ahora vive en una casa rodante con la que viaja por toda Argentina asistiendo a comunidades de indígenas y personas desfavorecidas. El premio está dotado con 36.000 euros.
La ceremonia de entrega del galardón ha sido presidida por el rector de la Universidad Pública de Navarra, Julio Lafuente; la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina; y por el presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán. El acto ha contado con la asistencia del vicepresidente de la Fundación Jaime Brunet, Joaquín Mencos, y de Edurne Almirantearena, en representación de la ONG Brigadas Internacionales de Paz, entidad premiada en la anterior edición.
Previamente, Natty Petrosino ha sido recibida por el rector, Julio Lafuente, ha firmado en el Libro de Oro de la UPNA y ha explicado el trabajo que realiza en Argentina en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por la vicerrectora de Proyección Universitaria, Eloísa Ramírez.

El jurado del Premio Internacional Jaime Brunet 2012 quiso reconocer, a través del galardón a Natty Petrosino, a “todas aquellas personas que están comprometidas en la defensa de los derechos humanos y a las que, desde la sencillez, sin publicidad y con humildad, entregan su vida a la ayuda de los más desprotegidos”.

El jurado espera que el Premio Internacional Jaime Brunet permita a Natty Petrosino “avanzar y expandir sus objetivos y programas, además de estimular los esfuerzos de otras personas en su apuesta por conseguir una sociedad más justa y plural, respetuosa siempre con los derechos fundamentales del ser humano”.


De modelo y actriz a trabajar con los pobres


Natty Petrosino era, en la década de los años 60, una bella modelo y actriz de cine de clase acomodada, pero, según relata, una grave enfermedad le hizo “descubrir a Dios” y cambiar para siempre.

Petrosino, que no pertenece a ninguna congregación religiosa o institución, abandonó una vida confortable de esposa y madre de familia con dos hijos para dedicarse íntegramente a los más desvalidos. Desde su ciudad natal de Bahía Blanca, a 660 kilómetros al sur de Buenos Aires, fundó una red de hogares para ayudar a pobres, enfermos y discapacitados en toda Argentina. En concreto, en 1978 puso en marcha el Hogar Peregrino San Francisco de Asís, para dar cobijo a todas aquellas personas carentes de recursos, labor que amplió en 1980 al abrir una casa de acogida (cotolengo) para varones con discapacidad.

Tras el colapso económico de 2001 en Argentina, el Hogar Peregrino San Francisco de Asís se convirtió en un centro de distribución de alimentos, las llamadas “ollas populares”.

Natty Petrosino ha ayudado en distintas catástrofes naturales, como las inundaciones de la provincia de Corrientes (Argentina) en 1998 o el paso del huracán “Mitch” en Nicaragua de ese mismo año. Entre 1993 y 1994, viajó a Rusia invitada por la embajada argentina en ese país, lo que le permitió desarrollar su tarea en Moscú, Chernóbil (Ucrania) y Kazajistán.

Luego decidió dedicarse exclusivamente a los pueblos indígenas de Argentina, como los mapuches, los huarpes y los wichis. Así, para las comunidades de aborígenes wichis de las provincias de Formosa y Chaco (norte del país), construyó dos escuelas, tres salas de primeros auxilios y más de medio centenar de casas sin subsidios oficiales. Natty Petrosino vive en una furgoneta, en la que viaja por Argentina asistiendo a comunidades indígenas olvidadas, llevando alimentos y asistencia médica a los más pobres y construyendo escuelas y hospitales.

La tarea de Natty Petrosino ha recibido varios reconocimientos, como su candidatura al Premio Nobel de la Paz en 2009, el premio Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Bahía Blanca y la elección como “Mujer del Año” por el Concejo Regional del Valle de Aosta (Italia).


La Fundación y el Premio Jaime Brunet


La Fundación Jaime Brunet es una fundación cultural privada, de interés social y carácter permanente, cuyos fines son el fomento del respeto a la dignidad humana, a las libertades fundamentales y a los derechos humanos, así como la erradicación de situaciones y tratos inhumanos o degradantes. La Fundación promociona actividades dirigidas a tal objeto y estudios relacionados con el respeto a tales valores.

En concreto, y entre otras actividades, convoca el premio Jaime Brunet Romero con el fin de distinguir bien un trabajo científico; bien un trabajo literario o audiovisual; bien una trayectoria de una persona o institución que haya destacado en la promoción de los derechos humanos. En total, la fundación ha concedido desde 1998 trece Premios Internacionales Jaime Brunet. El último, a la ONG Brigadas Internacionales de Paz.

Jaime Brunet Romero nació en Bayona (Francia) el 20 de julio de 1926 y falleció el 4 de enero de 1992 en San Sebastián (Guipúzcoa). Nacido en el seno de una familia de emprendedores catalanes que se había asentado en el siglo XVIII en Guipúzcoa (donde desarrollaron una importante actividad industrial), fue educado con un talante liberal y crítico con la época que le tocó vivir. Fue encaminado a la carrera de Derecho por su padre, Jaime Brunet Goitia, jefe local del partido republicano que llegó a ser teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián, donde ya habían ocupado la alcaldía su abuelo y bisabuelo. Cursó sus estudios en la Universidad de Valladolid, en la que ejerció por un tiempo como profesor ayudante.

Su afición destacada por la lectura se acompañó por el interés de aprender idiomas, con los que pudo desenvolverse con facilidad en sus numerosos viajes, que le llevaron, a pesar de las dificultades de su tiempo, a recorrer más de treinta países. En estos viajes, según confesaba, captó y comprendió cuánta discriminación y violencia, cuánto abuso de los poderosos sobre los débiles existen aún en nuestro siglo, y con qué facilidad se conculcan diariamente los derechos más elementales de la persona humana.

En los últimos años de su vida, su sensibilidad por la situación de los derechos humanos y la defensa de la libertad del ciudadano (también ante los abusos de la Administración pública) se convirtieron en su constante preocupación. Al no tener descendencia directa, y movido por sus sentimientos que le rebelaban contra las actuaciones injustas, decidió legar su fortuna para crear a su fallecimiento la fundación que, con su nombre, se dedicara a divulgar los derechos humanos y a premiar a quienes, por su trabajo en defensa de ellos, se hicieran merecedores de este reconocimiento. De este modo, se creó la Fundación Jaime Brunet Romero, con residencia en la Universidad Pública de Navarra, según su voluntad testamentaria.