viernes, 21 de diciembre de 2018

Post de Gabriela Arias Uriburu sobre su viaje con Natty Petrosino a Formosa - Navidad 2018

Gabriela Arias Uriburu
 December 19 at 10:49 PM
Iniciar el viaje, abrir el corazón para estar al servicio y disponerse al servicio siguiendo cada indicación de Natty es una de las acciones mas difíciles. Se necesita aquietar egos, interpretaciones, ideas, directivas personales, necesidades y los queriendos.... Servir es dejar que la accion te traspase y te transforme porque no vinimos a curar o dar de comer sino a amar. Y el amor no guarda reparos, ni dice cómo debe hacerse es tan solo dejarte arrollar por la acción y que la experiencia haga lo que tiene que hacer en tu interior. Pensar que uno viene a dar lo que al otro le hace falta es hasta peligroso porque la verdad subyace en el encontrarnos y lo que este encuentro operará en todos; en los Wichis y en nosotros. Amarnos es eso. En estos días de servicio volví al ejercicio de ponerme en vacío para que operaran en mi las fuerzas de la vida y el amor. Y que en el final de esta travesía llegara a sentir la unidad; de que todos somos uno. Vaciarme de juicios y superioridad fue poder dejarme guiar por esta santa y mujer que llevada por Dios ama en lugares de exilio de una humanidad que se presenta violentamente olvidada. Estar con ella es una lección seguida de otra donde nos despierta brutalmente al volver a casa y hacernos responsables de nuestro metro cuadrado de vida. “Volve a tu casa y esto que aprendiste desarrollalo en tu casa, en tu cuadra, en tu vecindario, en tu trabajo....” - nos dice Natty. No es solidaridad, es servir, es amar. Es al final comprender desde el espíritu que todos somos parte.


Me Encontré con la Armonía
Cuando Natty inició, la acción del amor de Dios, en el impenetrable de Formosa hace 23 años atrás, la situación era desbastadora: hambre y desnutrición; el habitat y las condiciones representaban la Argentina doliente que hoy vemos de alguna forma en nuestras calles. Ser testigo de algunas partes de su camino, es un regalo para mi. En este viaje encontré a los Wichis en más armonía y así se celebró la navidad con todas las comunidades reunidas luego que llegara la lluvia y apaciguara los 52 grados de térmica.
En el tercer día y recorriendo la comunidad mientras se hacía la entrega de juguetes, pude escuchar los sonidos de los niños felices jugando con el carrito, la pelota o el peluche. Las calles de tierra fueron invadidas por la celebración de los niños, la única fiesta que tienen en todo el año. La noche anterior habíamos vivido el pesebre viviente, esta mañana fue la mañana de los niños entre juguetes y el turrón. La comunidad estaba de fiesta había llegado Natty como hace 23 años atrás celebrando la navidad, una navidad que llega a ellos para decirles cómo le dictara Dios a Natty “Ellos también son mis hijos, solo ve y ámalos”





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